lunes, 26 de noviembre de 2007

¡Tanto gilipollas y tan pocas balas!

Me sirvo de esta frase de nuestro amigoFord Fairlane, el detective rockanrolero, para dar título a este post, porque es justo el sentimiento que me quema por dentro. Me explico. Como bien ha constatado nuestro amigo Madoko, este fin de semana se nos casó, por fin, nuestro Antoñazo. Una boda esperada y cuidada en su realización por los dos novios, que hasta en el último detalle pusieron su cariño y su ilusión. Como no podia ser menos, todos los Chosen estuvimos presentes.

Pues bien, mientras todos estabamos de celebración, bailando, bebiendo y participando de la felicidad de nuestro hermano Antonio, UN HIJO DE PUTA ENTRÓ EN LA SUIT DE LOS NOVIOS Y, AL NO ENCONTRAR DINERO EN EFECTIVO, DECIDIÓ LLEVARSE EL BOLSO DE LA NOVIA, QUE SE DEDICO A DESBALIJAR ALEGREMENTE, PARA LUEGO DE JARLO TIRADO POR UN PASILLO, ASÍ COMO LAS TARJETAS QUE NO FUERON DE SU AGRADO, QUE ESTURREÓ POR LA PISCINA. ESO SI, NO SIN ANTES METERSE EN EL BOLSILLO EL MP4 Y LAS TARJETAS DE CRÉDITO QUE AL SEÑOR HIJO DE PUTA LE GUSTARON.

Así que os podeis imaginar el buen sabor de boca que nos dejó al final la boda, y a esos novios que en vez de estar disfrutando de su primer día de casados, juntitos en casa haciéndose arrumacos tuvieron que pasarse media tarde en comisaría poniendo la denuncia. Encima, la suit está en el hotel donde yo trabajo, con lo cual el cabreo que tengo ahora mísmo es tremendo.

Y yo solo puedo pensar en la suerte que ha tenido el mencionado HIJO DE LA GRAN PUTA, de que no lo pillasemos con las manos en la masa, porque yo no me hago responsable de lo que pudiera haberle ocurrido.

1 comentario:

Unknown dijo...

Pues yo me alegro de no haberlo pillado.
Tal y como están las cosas, el seguro del hotel paga el robo, se presenta la denuncia y ahí acaba todo.
Si llegamos a pillarlo, en el estado que estábamos, no tengo yo muy seguro que la cosa se hubiera quedado en paliza. Y no me apetece visitar un juzgado por mandar a un chorizo a una UVI (eso con suerte)