“La culpa es del maldito gato azul” Declara el acusado tras ser reducido por seis equipos especiales de los GEOS.
El acusado, en una imagen de archivo.Texto: Diky San
En el día de ayer, nada hacía presagiar a los viajeros de la línea ferroviaria regional Granada – Almería de que su tradicionalmente tranquilo viaje en tren se iba a convertir en una auténtica pesadilla de más de doce horas. Apenas transcurrido un cuarto de hora de viaje y ante el asombro del resto de los pasajeros, el individuo más tarde reconocido como J.P. extrajo de su mochila un hacha de dimensiones considerables mientras gritaba incesantemente “¡¡Quiero fumar, nome dejan fumar!!”. No tardó en hacerse con el control total del vagón y deshacerse del revisor. Tras conseguir separar el vagón en el que se encontraba del resto del tren, siguió profiriendo sentencias sin sentido que apelaban a la culpa de un gato azul y bajito, que, según el acusado, era el culpable de haber llegado a esa situación.
Sólo dos viajeros, según afirman varios testigos presenciales,permanecieron inmutables entre el pánico de semejante escena, charlando acerca de las peores películas de la historia y su relación con Christopher Lambert. La tensión llegó a su punto máximo, cuando el asaltante afirmó que si la voz que anunciaba las paradas no dejaba de impedirle fumar empezaría a morir gente. La llegada de los cuerpos de fuerzas especiales del estado inició un asalto que, de ningún modo sería sencillo. Mas de seis horas de enfrentamiento y alrededor de 30 heridos graves provocó el asaltante únicamente armado con un hacha frente a los modernos subfusiles de los equipos especiales. Finalmente el perturbado, tras provocar bajas más que considerables accedió a hablar con un negociador del vagón que portaba un cartón de Ducados.
Las Autoridades han declinado tanto hacer declaraciones al respecto, como hacerse cargo del acusado.
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