Cada año en mi vida, hay 2 momentos terroríficos (no, no es cuando me ducho, que solo lo hago 1 vez al año, no 2) es cuando un compañero se va de vacaciones. Toooodos me habéis visto hipernervioso, cagándome en toda la putaa madre de todo ser vivo que tenga que ver con mi trabajo, etc etc
El problema, no es ni el compañero de trabajo, que amablemente advierte a las empresas que se va de vacaciones dejando a un sustituto incompetente (osea, yo), ni el trabajo en sí, que entraña ciertas dificultades pero que son obstáculos salvables.
El problema son las empresas con las que se trabaja y mi jefe.
Con el segundo acordé hace bastante tiempo que cuando cubriera a esta persona, no tendría trabajo extra aparte de dar las altas y bajas que ya me acarrean bastante jaleo al no tener muy claro que estoy haciendo (de ahí lo de incompetente de arriba), pero... nop, sigue con tu trabajo, añádele las altas y bajas y aderezalo un poquito con temas de seguros.
Por otra parte están las empresas, si queréis ver dos cojones bien plantaos, olvidaros del toro de osborne... yo os digo donde llamar.
ejemplo del día: estamos a día 17, y sabemos que para dar de alta a alguien hay que hacerlo con un día de antelación, es decir, hoy podemos dar de alta a gente con fecha del día 18. Bueno, pues me llama el señor Cojonazos, hoy, día 17, para decirme que una baja que se dio el día 15 (hace 2 días) hay que anularla, por que el día 16 (ayer) le llego una carta diciendo que se había prorrogado el contrato de esa persona. Te lo suelta... y ahí te lo comes tu (el incompetente)
y así, toda la mañanita, queriendo matar a los clientes, a tu jefe, a la puta madre del hijo la gran puta que invento el trabajo y a los cabrones de eva, adan y la serpiente por tocar la puta manzana en vez de haber estado follando.
miércoles, 17 de octubre de 2007
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